
EL

¿HA
CINE?
MUERTO
GUERRA DE PANTALLAS


Pequeñas frente a Grandes
El desarrollo tecnológico de las exhibidoras y el paulatino éxodo cinematográfico que ya se producía en los años s 80 y 90, han sido algunos de los factores decisivos para poner punto final a la vida de la pequeña Multi-sala, que aún hoy, sufre la caída de espectadores más brutal de la historia del cine.
Actualmente en España, la Sala Única o Dos Salas (pequeñas multi-salas), han dejado de ser rentables porque tenían un gran aforo, difícil de llenar y la equipación técnica, ha quedado obsoleta. Si se mantienen, es por su encanto y aspecto antiguo, casi romántico y por la caída de competidores, sin embargo necesitan una serie reconversiones técnicas, que no les son rentables.
Estas condiciones adversas, han hecho que muchas de estas antiguas glorias de la exhibición, hayan desaparecido o sigan tendiendo a desaparecer.
Las multisalas surgen en Francia, como una transformación de esos cines, de 1 o 2 pantallas en complejos entramados empresariales de la exhibición. Con 16 pantallas, estos cines apuestan por la variedad y pueden mantener una película en cartel durante más tiempo, rotándola de sala en sala, ya que cada sala tiene un aforo diferente.
El rendimiento de las salas en su conjunto es mayor ya que si una película no funciona se compensa con los ingresos de las otras. Para las distribuidoras estrenar en multisalas permite que películas que son muy malas, al estar rodeadas de otras, se beneficien de un público residual que no ha encontrado entrada para la película que iba a ver.
Las salas, a diferencia de lo que ocurre en el sector de producción, están en manos de unos pocos propietarios y funcionan en cadenas o circuitos de exhibición (UGC, Yelmo, Warner, Ideal, Cinesa, Kinépolis, Abaco, etc.)
Suelen estar situados cerca de a su vez multicentros comerciales en los que se puede cenar, comprar, y de paso ver la película, por tanto están más expuestos al consumo. Las multisalas amplían la oferta de títulos, un espectador no tiene por qué ver la cartelera, va directamente allí y elige. Y en general, apuestan por películas hollywoodienses, que generan ingresos de taquilla, pensadas para el espectador medio.
Grandes frente a Grandes
Dentro de las Grandes Multisalas, también encontramos diferencias. Algunas apuestan por intentar diferenciarse por la calidad de películas que ofertan.
Es el caso de la exhibidoras Altafilms, Gollem o La Vaguada, entre otras, que intentan dar visibilidad películas de producción independiente, de autor, o importadas y que pasan desapercibidas en los circuitos más comerciales.
Suelen respetar idioma original subtitulado y buscar la diferenciación temática para conectar con un espectador más selectivo y fiel a este tipo de cine, alejado de la superproducción americana.
Aunque en ocasiones la oferta es mejor, también apuestan por la innovación tecnológica y el uso del 3D, para mejorar y atraer al espectador. Sin embargo son empresas más pequeñas que quedan eclipsadas por gigantes como Yelmo o Cinesa, que les están ganando la partida.
Grandes frente a Internet
Una lucha por la diferencia
Al ser grandes entramados, relativamente nuevos, las multisalas disponen de la equipación visual y acústica idónea para que el espectador pueda disfrutar de la película, con asientos XXL, sonido inmersivo de 360 grados, audio y vídeo descripción para discapacitados, pantallas de hasta 240 m2 o nitidez en las imágenes, añadido a la posibilidad de ver la película en 3D, algo actualmente demandado, frente a la amenaza de Internet.
Sumado a esto, los grandes complejos de multisalas también buscan la diferenciación, para hacer frente a la subida del IVA y la creciente amenaza para la distribución de la difusión de películas gratuitas por Internet, mediante ofertas para intentar atraer a todo tipo de espectadores: descenso de precios, descuentos, eventos especiales, promoción en menús de palomitas, APPS gratuitas que ofrecen facilidades de gestión e información a los espectadores, concursos, o incluso la posibilidad de ver películas por Internet, a través de una tarifa plana (lo que se ha conocido como videoclub en casa).
Un ejemplo de este videoclub en casa, puede ser un proyecto como yomvi (CINESA), donde se ofertan gran variedad de películas, programación infantil o documentales y series (1300 títulos), a los que se añaden contenidos exclusivos de Canal +, mediante el pago de una tarifa plana, que permite ver con bastante inmediatez los estrenos del cine.
Internet gana la partida
Toda una lucha, por desbancar la piratería y la oferta gratuita online, mediante un plus de calidad que pretende volver a atraer a los espectadores a las pantallas, a disfrutar del celuloide en todo su esplendor. Una lucha por ganar la partida, adaptarse a las nuevas circunstancias y mantener a flote un sector con cada vez una mayor tendencia a la desaparición.
Y es que el fenómeno Internet arrasa, facilitando al usuario todo tipo de contenidos gratuitos, libres y sin salir de casa. Facilidades que en plena situación económica, están determinando el rumbo del futuro de las salas de cine en nuestro país.





