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Fotogramas de crisis

¿Quién mejor para hablar de los diferentes puntos de inflexión del cine que el propio cine? 

“Imagínese una pantalla ubicada en una sala sobre la que aparece una proyección fotográfica. Hasta aquí, nada nuevo. Pero, de repente, la imagen de tamaño natural, o reducida, según las dimensiones de la escena, se anima y se hace un ser viviente. Hay una puerta de una fábrica, que se abre dejando salir una multitud de obreras y obreros, algunos en bicicleta, con perros que corren, y coches; todo se anima e inquieta. Esto representa la vida misma, el movimiento tomado en vivo…la fotografía ha cesado de fijar la inmovilidad. Perpetúa, ahora, la imagen del movimiento. Cuando estos aparatos sean de público dominio, cuando todos puedan fotografiar a los seres queridos no ya en forma inmóvil, sino en movimiento de la acción, en sus gestos familiares, y con las palabras a flor de labios, la muerte cesará de ser absoluta.”

 

La fábrica de sueños estaba empezando a despegar...

El cinematógrafo ya se había asentado. El cine pasó a ser dominio de la industria. La primera crisis se presentó a través de una guerra de patentes por los derechos de explotación, impulsada por Edison. Perseguidos  muchos productores iniciaron su marcha a California, un clima, así nace Hollywood. 

 

Este primer punto de inflexión marcaría el nuevo rumbo para el séptimo arte, y es que pese a las crisis, el cine, no ha dejado de reinventarse a sí mismo, así lo demostraron creadores como David W. Griffith, exploraron nuevos recursos narrativos como el montaje, y la utilización de planos para generar infinitas posibilidades expresivas. El cine había adquirido la capacidad de transformar la realidad. Un ejemplo de estos nuevos recursos narrativos es Intolerancia de W. Griffith

El sonido llega a EEUU coincidiendo con la crisis económica, el crack del 29. La Productora Warner, casi el borde de la quiebra decide apostar por este nuevo invento. El sonido, rompía con décadas de creación sesgando el trabajo de grandes directores como Griffith y abría un nuevo rumbo. El género burlesque dejó paso a la comedia apoyada con diálogos, por lo que muchos actores, perdieron su trabajo.


The Artist, grabada íntegramente sin diálogo y en blanco y negro, es una oda a esa época gloriosa del cine mudo, y el terrible impacto, que tuvo el sonoro para muchos actores.

Cantando bajo la lluvia, dirigida por Vicente Minelli en 1952 también nos traslada a los entresijos de ese Hollywood en transición del cine mudo al sonoro. Con una historia de amor de por medio, el fuerte de esta película es el reflejo de una época donde la fama, la fortuna,  y el éxito, provocaba estragos en esos actores que luchaban por abrirse un hueco en los escenarios del nuevo cine sonoro.

Los años venideros al crack del 29, supusieron una renovación para el cine, posteriormente al  estancamiento de la crisis económica, los desempleados encontraron en las pantallas una vía de escape, que trajo consigo una explosión de géneros cinematográficos: de aventuras, terror (King Kong), gánster, consecuencia de las mafias y el gansterismo de la época (Scarface de Howard Hawks), comedia (Sopa de Ganso) o las screwballs  (La fiera de mi niña), el máximo exponente de esta etapa fue Frank Capra con películas como Qué bello es vivir.
 
Una película que hace eco de esta situación de crisis económica y florecimiento de nuevos géneros cinematográficos es
La Rosa Púrpura del Cairo de Woody Allen.

A comienzo de los años 50, en Estados Unidos se produjo una caza de brujas en la que todo aquel que fuera acusado de simpatizar con el comunismo estaba condenado a prisión, sin proceso judicial de por medio.

 

Esta serie de acusaciones, casi siempre falsas, y sus posteriores detenciones se dieron desde el año 1950 al 1956, cuando el senador Joseph McCarthy desencadenó una serie de procesos de delación en el que se vieron salpicados algunas celebridades tales como Charles Chaplin.

 

Los años que siguieron al crack del 29, supusieron nuevas crisis para el cine. En primer lugar se promulga el Código Hays en 1932, imponiendo una férrea censura contra el cine de "dudosa moral", que se prolongaría hasta los años 60, y ante la cual géneros como el western o el cine negro, respondieron con sumo ingenio, apostando por el simbolismo y la creatividad para salvar la censura.

 

A este código censor le siguieron dos guerras mundiales que paralizaron totalmente la producción cinematográfica y acarrearon la posterior Caza de Brujas en EEUU

 

De todo este ambiente de postguerra, miseria y nostalgia de un tiempo mejor, hace eco la película Cinema Paradiso, que constituye un retrato sentimental de la Italia de la posguerra y una oda al cine.

 

Una crisis que pronto vería una nueva explosión creativa, con el surgimiento en Italia del Neorrealismo Italiano y la renovación de géneros cinematográficos, como el terror, fruto de las consecuencias de la guerra.

Los Diez de Hollywood y el macarthismo

Una de las partes más importantes de este periodo histórico fueron las listas negras que el senador creó para designar a todos aquellos escritores, actores, directores, guionistas y otros artistas y trabajadores del sector audiovisual que, según determinados soplos, formaban parte de las filas comunistas.

 

Este es el caso de la lista negra de artistas de Hollywood que se vieron en la tesitura de declarar por estas acusaciones infundadas, llegando muchos de ellos a ir a la cárcel por motivos políticos o tener que huir de Estados Unidos para librarse de ella.

 

En esta lista se encontraban, además, un grupo de artistas que decidió no declarar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses de John Parnell Thomas, organismo destinado a "investigar" una supuesta infiltración comunista en las filas de Hollywood, alentado por el propio McCarthy. Este grupo de artistas fue designado por la prensa de la época como Los Diez de Hollywood, pasando a la historia como defensores de la resistencia y la democracia.

 

La película One of the Hollywood Ten, estrenada en 2001 y escrita y dirigida por Karl Francis, relata la vida de Herbet J. Bieberman, uno de los Diez de Hollywood.

Los Diez de Hollywood tuvieron la nefasta suerte de estar en el punto de mira del Comité durante el macarthismo, perdiendo sus trabajos y siendo acusados por los propios estudios para terminar encarcelados hasta que pudiesen demostrar que no tenían ninguna implicación con el comunismo e incluso el antianticomunismo.

 

Dentro de esta primera lista negra de la historia del cine estadounidense, se encontraban Alvah Bessie, guionista; Herbert Biberman, guionista y director; Lester Cole, guionista; Edward Dmytryk, director; Ring Lardner Jr., guionista; John Howard Lawson, guionista; Albert Maltz, guionista; Samuel Ornitz, guionista; Adrian Scott, productor y guionista; Dalton Trumbo, novelista, guionista y director.

 

La película The Front (1976), dirigida por Martin Ritt, cuenta en clave de humor esta etapa del cine estadounidense, siendo el protagonista un cajero de supermercado que, por relaciones de amistad, empieza a asumir la autoría de algunos guiones de los artistas dentro de las listas negras, acabando él también en una de ellas.

 

Como protesta, medio centenar de profesionales del cine formaron el llamado Comité de la Primera Enmienda, que apoyaba a los incluídos en esa lista y en otras que se desarrollaron posteriormente. Algunos de los artistas más importantes que defendieron la libertad de todos aquellos encarcelados o perseguidos por el macarthismo fueron Lauren Bacall, Kirk Douglas, Gene Kelly, Orson Welles, a Sinatra o Katherine Hepburn. Además, el periodista de televisión Edward Murrow se encargó de mantener con McCarthy discusiones abiertas mostrando su total rechazo a la política del senador, afirmando que se trataba de una destrucción de los derechos civiles y no una actividad de protección al estado.

 

La película Buenas noches, y buena suerte (2005) cuenta la historia de este periodista y cómo se enfrentó a la impopular pero acatada medida impuesta por Joseph McCarthy. Dirigida por George Clooney tuvo 6 nominaciones a los Oscars y 4 nominaciones a los Globos de Oro entre otros.

Tras el macarthismo, surgió en Estados Unidos una corriente conocida como El Nuevo Cine estadounidense, en el que los cineastas se manifestaron en contra de las políticas del Comité de Actividades Antiamericanas y de la industria cinematográfica de Hollywood.

 

Esta nueva corriente toma sus bases del Free Cinema británico y de la Nouvelle Vague francesa y su mayor exponente fue John Cassavettes con su película Shadows.

 

Cine independiente, cine arte y el surgimiento de Internet

 

Este auge del cine independiente en Estados Unidos siguió su estela hasta la denominada Generación de los 70, los cuales encontraron el apoyo de las grandes productoras hollywoodienses gracias a la crisis que, durante esta década, empezaron a sufrir por la sobreexplotación de los géneros y el encarecimiento de la realización de las películas.

 

Algunos de los directores más importantes de esta Generación de los 70 son Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Brian de Palma, Steven Spielberg o George Lucas.

 

En el documental A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies es posible acercarse a la vida de este director y, por ende, a la trayectoria de uno de los mayores exponentes de la Generación de los 70.

 

 

De forma simultánea, mientras Hollywood generaba películas cada vez más grandes en forma y más vacías de fondo, otras regiones del mundo desarrollaron una preferencia por el llamado cine arte, que difería con creces del comercial pues se centraba en la utilización de pocos recursos, sobre todo económicos, en pro de un contenido más trabajado y profundo.

 

Surge entonces el movimiento independiente más conocido en los círculos de cine europeos, Dogma 95, en el que se promulgó un manifiesto con determinadas reglas que hacían que una película fuese o no de este colectivo. Se disolvió en 2005.

 

En la actualidad, con el surgimiento de Internet y su uso generalizado, la industria del cine está viviendo un cambio que comienza con la lucha de las grandes productoras por atraer público a sus películas. El poder de la mercadotecnia también ha cobrazo fuerza, postulándose como una de las salidas económicas más viables para una industria que, como tal, está en decadencia. Los derechos intelectuales luchan contra los sistemas de descarga ilegales, a lo que se añade una gran crisis económica que afecta, especialmente, a países como Estados Unidos o España. Por eso, pregunta que nos hacemos es ¿ha muerto el cine?

 

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